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domingo, 3 de febrero de 2013

¿Nos hacemos preguntas?

Sólo los que se preguntan escuchando su imaginación
son capaces de responderse dejando hablar al corazón.

¿Para qué sirven tener dos ojos en la cara?
Para encontrar más dulces entre las montañas.

¿Por qué hay más peces en el mar que en mi pecera?
Porque no podido convencerlos a todos a venir a vivir en ella.

¿Para qué sirve el colegio, la clase y los amigos?
Para atravesar por los cielos montados sobre una alfombra voladora.

¿Por qué existen las mentiras si es más fácil decir la verdad?
Porque a veces nos puede el miedo de que no nos quieran.

¿Para qué caminan las gaviotas por las orillas del mar?
Para escribir poemas que sólo los cariñosos pueden leer.

¿Por qué late el corazón tan deprisa?
Porque quiere que encontramos el cariño y la alegría.

¿Para qué llevamos escrito el nombre sobre la ropa?
Para que nos inviten a jugar los compañeros, los unicornios y las olas.

¿Por qué los mayores se empeñan en enseñarnos a descifrar las palabras?
Porque algún día las diremos y seremos capaces de transformarlas.

¿Para qué quiere el ratoncito Pérez recoger nuestros dientes?
Para construir un palacio a nuestros sueños, nuestros juegos y nuestros abuelos.

¿Por qué Caperucita no se comió al lobo?
Porque para crecer hay que comer comida sana y sin adobo.

¿Para qué se llena de pájaros el cielo cuando hace frío?
Para formar con sus plumas un edredón que caliente nuestras casas.

¿Por qué nos diferenciamos las personas de los burros?
Porque ellos solo saben rebuznar y dar patadas; nosotros hablamos y damos besos.


¡¡¡¡ANÍMATE!!!! Formula tu pregunta y escribe una respuesta.
 

EL lagarto está llorando

El lagarto está llorando.                                Un cielo grande y sin gente
La lagarta está llorando.                                monta en su globo a los pájaros.

El lagarto y la lagarta                                    El sol, capitán redondo,
con delantalitos blancos.                               lleva un chaleco de raso.

Han perdido sin querer                                 ¡Miradlos qué viejos son!
su anillo de desposados.                               ¡Qué viejos son los lagartos!

¡Ay, su anillito de plomo,                            ¡Ay, cómo lloran y lloran,
ay, su anillito plomado!                               ¡ay! ¡ay! cómo están llorando!

                                   Federico García Lorca